YO, SOBERANO surgió como un modesto método de auto ayuda a raíz de la necesidad de sanación psíquica que una de nuestras integrantes del blog intentó debido a que desde la infancia se ha visto involucrada en "excéntricos" fenómenos paranormales, por decir lo mínimo.
En virtud de estas “excentricidades”, recurrió en un principio a la psiquiatría buscando las causas de los orígenes de estas anomalías por llamarlas de algún modo. El resultado de las resonancias y análisis médicos realizados arrojó normalidad de sus procesos cerebrales pero alterados en ciertos momentos por intensa y desproporcionada dinámica de emociones que fluctúan dependiendo de la particular percepción de sus vivencias y que, según el informe médico, es la causa de dichas alteraciones, las cuales, de no ser tratadas a tiempo, pudieran degenerar en esquizofrenia en el mejor de los casos o pérdida total del sentido de la realidad, en el peor.
En conclusión, para resumir, fue medicada con un tratamiento basado más que todo en un fármaco psicotrópico y apercibida de volver cada tres meses o cuando situaciones imprevistas así lo requirieran. Inmediatamente a la salida del consultorio médico nos dimos a la tarea de buscar en la web todo lo concerniente al medicamento que le fue recetado. Pues bien, para no entrar en detalles que no vienen al caso y para no herir susceptibilidades, nos abstenemos de dar más información respecto del medicamento centrándonos en el propósito y razón de la idea que deseamos transmitir, más solo diremos que nuestra compañera renunció a someterse a semejante medicación, negándose además a entregarle el poder a una persona que, por más títulos rimbombantes que ostentara en diplomas colgados de las paredes del consultorio, no se molestó siquiera en ponerse en el lugar de la “paciente” en un noble gesto de humana empatía. Esta fría y “profesional” actitud, aunada a la pesimista descripción obtenida respecto del medicamento recetado, fue lo que motivó a nuestra amiga a buscar soluciones alternas en el Psicoanálisis.
Así, una vez contactados un par de estos especialistas que abundan en la web, más temprano que tarde desistimos del intento, cuando nos enfrentamos a las limitaciones logísticas derivadas de sufragar los honorarios profesionales, dadas las notables y abismales discrepancias del valor de nuestra divisa respecto del país contactado y su desproporcionada diferencia cuantitativa.
Descartado el psicoanálisis como posibilidad inmediata, dirigimos nuestra atención a sanadores “espirituales” de la red, cuyas hipótesis iban desde el “exorcismo de demonios” a prácticas de la nueva era de visualización y de invocación a "maestros ascendidos”, comenzando por miguelarcángel y terminando con asthar sheran. Asimismo y por no comulgar con estos métodos nuevaeristas, seguidamente analizamos teorías menos conservadoras pero con evidencias palpables en la práctica, tales como las investigaciones realizadas por Corrado Malanga, David Icke y Salvador Freixedo, entre otros.
Gracias a los aportes de estos personajes ya mencionados fue que pudimos vislumbrar desde nuestra perspectiva una pequeña pero confiable pista desde la cual comenzar a establecer bases sólidas que nos impulsen a la reconquista de nuestra Soberanía como individuos librepensadores, hacedores por excelencia de ideas y dueños de una sagrada voluntad inherente a Principios Universales que existen para amparar a todo Ser conscientemente consciente de su naturaleza y del rol que ha venido a desempañar para el cumplimiento de los objetivos y de las metas que en lo abstracto dibujó previo arribo a esta realidad.
En consecuencia, ya dilucidada nuestra motivación, trabajamos con mucho ánimo en la manifestación material del método YO, SOBERANO, el cual consta de cuatro niveles y de un manifiesto derogatorio, y está dirigido especialmente a aquellas personas que, al igual que nuestra amiga por una u otra razón, no disponen de la tutela de profesionales accesibles o de terapeutas dispuestos a enfrentar y aprender de experiencias relacionadas directa o indirectamente con la parapsicología, la ufología y la percepción extrasensorial, entre otros fenómenos no reconocidos por la "ciencia". Se trata de un modesto pero solidario aporte a todos aquellos seres anónimos que buscan respuestas a sus por qués.
Es simple y llanamente una contestación racional a todas esas interrogantes que muchos callan por temor a ser considerados "anormales" y etiquetados dentro de una clasificación que la psiquiatría identifica con el término "esquizofrenia" en la mayoría de los casos.
En el primer nivel del método tomamos consciencia de nuestra precaria situación de indefensión con respecto a la posibilidad de que entidades "foráneas" sin escrúpulos nos manipulen desde niveles recónditos de nuestra mente. Una vez considerada dicha posibilidad, comenzamos seguidamente a prestar atención al patrón que siguen nuestros procesos de pensamientos tratando de identificar con el mínimo margen de error posible el núcleo o idea central que los inclina hacia una determinada tendencia muy íntima y personal, esto por cuanto, según los entendidos, cada pensamiento que forjamos, aunque diferentes entre sí, comparten misma raíz abstracta mediante una dinámica cognitiva, racional y subjetiva muy propia de cada individuo en particular dado que el sí mismo tiende a conceptualizar las experiencias que percibe como realidad.
Este primer nivel es el más crítico porque exige cierto grado de objetividad y de ecuanimidad, y sabemos por experiencia lo difícil que resulta la objetividad cuando de analizarnos a nosotros mismos se trata, no obstante la ventaja del mismo reside en el hecho de que trabajamos con un proceso muy íntimo, donde estamos a solas nosotros frente a nosotros mismos y nadie más ante el espejo de nuestra consciencia. Así, sabiendo que no hay juez que nos condene, no hay testigos que nos señalen y no hay sentencia que acatar, nos relajamos y, tal como lo haríamos con un entrañable amigo, simplemente nos ayudamos a superar aquellas tendencias que llevamos a cuestas como si fueran muy importantes a costa de nuestra integridad. Aquí es muy importante, insistimos, nuestra actitud durante el proceso de autoanálisis, recordemos que estamos haciendo un noble esfuerzo por alcanzar nuestra estatura real y ese esfuerzo debería bastarnos para desestimar cualquier sentimiento de culpabilidad que inevitablemente nos acechará durante el proceso. Un antídoto muy efectivo es que cuando nos sorprendamos a nosotros mismos reprochándonos por lo "malitos que fuimos", inmediatamente tomemos el control de semejantes pensamientos que para nada ayudan, respirando profundamente y expresando: "ese no era yo realmente, yo soy este que se renueva a si mismo cada día en la búsqueda de su pleno potencial, a eso vine a este mundo, a nada más". Esto nos infundirá un sentimiento de paz increíble porque es verdad absolutamente, tenemos todo el derecho a equivocarnos y a rectificar. Una vez formulada nuestra declaración, continuamos divinamente con nuestro trabajo interno, el más importante que podamos realizar en esta vida.
El segundo nivel desclasifica información engañosa. En este nivel ingresamos los pensamientos más recurrentes para observarlos a la luz de sus características intrínsecas. Esta observación nos permitirá identificar con la práctica cuáles pensamientos son de nuestra autoría y cuáles no lo son. A estas alturas descubriremos que muchos de ellos ( sobre todo los malévolos) no nos pertenecen, que son ajenos a nosotros y que por lo tanto los podemos erradicar de nuestra psique porque limitarnos a eliminarlos del ámbito de la mente no nos garantiza que se han ido para siempre, toda vez que los pensamientos toman forma y, algunos de ellos, hasta autonomía. Por tal razón fue que precisamente hicimos énfasis en no "engancharnos" con sentimientos de culpa, toda vez que muchas de nuestras acciones son el producto de pensamientos impostores que se generan internamente por un sistema de control denominado KARMA que no es otra cosa que la mayor estafa perpetrada contra la humanidad. A través de supuestos “karmas” volvemos una y otra y otra vez en un círculo vicioso por secula seculorum, como un método infalible para garantizar a las entidades de un supuesto Tribunal Kármico el permanente suministro de un determinado tipo de las energías que requieren desesperadamente pero sin exponerse a ser detectados como verdaderos vampiros energéticos que son por temor a que actuemos en consecuencia porque en resumidas cuentas el poder real reside en nosotros, no en ellos.
El Tercer Nivel lo alcanzamos por el grado de consciencia obtenida mediante la identificación de las manipulaciones estrictamente orquestadas por el “Tribunal Kármico”. Una vez separados aquellos pensamientos que son nuestros, estamos en condiciones para asumir las consecuencias derivadas de las acciones u omisiones de los mismos para establecer las correcciones a que haya lugar, y para erradicar los inducidos. Como un pequeño ejemplo para la corrección del núcleo de nuestros propios pensamientos podríamos traer a colación una de las experiencias de nuestra amiga y compañera, quien tuvo que lidiar con secuelas originadas por tres intentos de aborto cuando fue concebida por su madre. Ella, imposibilitada de encontrar ayuda profesional ideó un sencillo método de inducción donde pudo vislumbrar que su madre, más que una “mamá desnaturalizada” era por lo contrario una víctima más de las cláusulas a las que, como todos nosotros, fue sometida. Tan honda y profunda fue la vivencia de nuestra amiga que pudo sentir el amor maternal puro e incondicional que su madre le profesa, y surgir del proceso de auto ayuda con la prueba irrefutable de la inocencia de su madre: “Su madre no la pudo abortar porque desde lo más profundo de su ser la amaba. La Prueba más palpable es nuestra amiga, aquí con nosotros, de cuerpo presente y más viva que nunca".
El Cuarto Nivel se va perfilando como consecuencia de haber rescatado nuestros propios pensamientos del estanque donde se encontraban mezclados con otros, que por haber sido detectados e identificados ya no se solapan bajo el concepto de “Karma” como deudas pendientes en nuestro haber. Así, gracias a la consciencia que hemos adquirido en la desclasificación de información engañosa, iniciamos un proceso de purga, de limpieza y claridad para discernir el núcleo alrededor del cual giran nuestras percepciones y en especial las que se relacionan directa e indirectamente con las heridas que nos han sido infringidas a lo largo de nuestras experiencias y también aquellas heridas que hemos infringido a los demás. Por otro lado, el manifiesto derogatorio como herramienta de apoyo, reivindica nuestro poder, rescatándonos de la posición de víctima y brindándonos la posibilidad de percibir nuestros dramas desde una perspectiva de poder en donde podremos vislumbrar soluciones más creativas para gestionar el desenlace ideal de cada evento o situación que nos rete, abandonando el rol de victima y transformándonos en protagonistas exitosos de nuestros guiones. En este nivel no tenemos más alternativa que sanar tanto nuestras propias percepciones como las inducidas. Debemos sanar la mente o perder, sin intentarlo, la batalla que se está librando en nosotros y por nosotros. Podemos hacerlo, si así lo deseamos, podemos hacerlo.
En aras de facilitar el proceso hemos recopilado para este nivel un esquema contentivo de algunas de las pautas que actúan desde nuestra psique como un detonante en la configuración de situaciones “kármicas” generadas para la manufactura sutil de productos derivados de un determinado drama que “debemos” vivenciar para la consiguiente destilación de sustancias o subproductos necesariamente intensificadas por el umbral de dolor de cada persona en particular. Así, una misma pauta "kármica", aunque idéntica en su naturaleza puede manifestarse en magnitudes diferentes dependiendo de la particular sensibilidad y percepción de un determinado sujeto quien, en momentos críticos preestablecidos, deviene en un simple objeto receptor del "pase de factura" a la que consciente o inconscientemente se comprometió en virtud de una supuesta deuda escrita en su haber previo su arribo a la presente encarnación. Estas pautas las denominamos "Acuerdos Tutelados por el Tribunal Kármico o Hermandad Blanca", en virtud de los cuales nos vemos involucrados en mayor o menor medida con dramas y situaciones que drenan nuestra energía y vitalidad.
A continuación, una breve descripción de los mismos:
Acuerdos de víctima por consentimiento propio:
En virtud de esta cláusula, "hemos convenido" entregar la soberanía, el poder de decisión a entidades físicas y no físicas que marcan las pautas que debemos seguir para convertirnos en víctimas, en sujetos pasivos de circunstancias activadas desde otros planos sin poder discernir las causas subyacentes de dicha pasividad que nos ata a los más elementales instintos de supervivencia activando el complejo de víctima que nos indica huir en vez de enfrentar y superar todos aquellos maquiavélicos planes diseñados por los integrantes de un supuesto Tribunal del Karma a causa de "deudas contraídas" y de las cuales no somos conscientes. Todo victimario requiere de una víctima, pero de una víctima sometida voluntariamente ya que no pueden violar la sagrada voluntad de ningún ser consciente de sus derechos inalienables, derechos que devienen desplazados a través de manipulaciones inconscientes y ocultas que lamentablemente les garantiza el éxito.
Acuerdos de privaciones económicas:
Estos acuerdos han vulnerado y están vulnerando la integridad física, mental, y emocional de muchos por cuanto conllevan el desperdicio de una ilimitada cantidad de la energía que requieren nuestros anhelos para plasmarse en el plano que corresponde por Ley de Vibración. Estos acuerdos sustraen el potencial energético, menoscaban la voluntad y privan de la paz y tranquilidad que necesitamos para alcanzar las metas que albergamos en lo más profundo del Ser, toda vez que, arbitrariamente, se nos mantiene con una mínima cantidad de energía para sobrevivir a las vicisitudes del día a día (alimento, vestido, casa y transporte) renunciando contra nuestra voluntad a la posibilidad de dibujar los sueños y de aspirar a los más altos ideales del Espíritu por encontrarnos avocados única y exclusivamente a la sobrevivencia de la fisicalidad, sin la posibilidad de acceder al resto de las herramientas necesarias para la concreción de las más elevadas aspiraciones.
Acuerdos de hostilidad familiar y doméstica:
Acuerdos de esta índole nos arrastran a vibrar muy bajo en la escala de frecuencia energética. Hemos sido víctimas de acciones familiares en nuestra contra y hemos sido victimarios de acciones en contra de miembros de nuestra familia en una vorágine de situaciones absurdas donde cada uno tiene una interpretación muy particular de los hechos por lo que se hace imposible e inútil establecer las responsabilidad individual de cada miembro en particular en la búsqueda de soluciones adecuadas que despejen desde la psique las oscuras nebulosas que gravitan en la constelación familiar en todos y cada uno de sus aspectos tanto individuales como grupales. Este malévolo acuerdo impide la claridad de pensamiento y de sentimiento por cuanto la trampa reside en el hecho de que cada uno de los miembros que integran la constelación tiene una percepción muy personal matizada e inducida por manipulaciones psíquicas y mentales lo que humanamente no es posible percibir porque actúan desde otros planos de la existencia.
Acuerdos de sufrimiento por daños directos a la integridad física, moral y mental:
Estos Acuerdos que pesan sobre nuestras espaldas son uno de los más dañinos porque discriminan nuestra condición de igualdad ante nuestros semejantes, quienes son ubicados en la cima de una aberrante escala jerárquica donde tienen privilegios y concesiones a costa del desmedro de quienes nos encontramos por debajo de dicha escala. Estos acuerdos nos han obligado a sufrir injusticias, carencias, humillaciones, impedimentos, frustraciones, dolor y desesperación, viendo con impotencia cómo muchos de nosotros carecemos hasta de lo más mínimo necesario mientras que otros ostentan más de lo requerido. Esta desigualdad es el conducto maligno que extrae la mayor cantidad de nuestra energía con la consiguiente obtención de un subproducto para satisfacer las necesidades de entidades que actúan amparándose en una supuesta ley del karma que han inventado para mantenernos en una condición de culpabilidad cuya causa ignoramos y que vulnera nuestra dignidad. Por causa de esta cláusula hemos sido expuestos a ataques físicos y psíquicos, hemos sido víctimas de hurtos, robos, accidentes, embargos, demandas, señalamientos; nos hemos visto arrastrados y envueltos en situaciones desproporcionadas que, vistas desde una mayor perspectiva, no tuvieron ni tienen razón de ser, por lo que podemos deducir que han sido orquestadas desde más allá, desde donde muy posiblemente fuimos persuadidos a acatar acuerdos denigrantes para infundirnos complejos de culpa, reforzados por las religiones que nos dicen en cada sermón "somos pecadores, debemos expiar nuestras faltas para hacernos dignos de la gracia divina... por mi culpa... por nuestra culpa... por nuestra gran culpa".
Acuerdos de sufrimiento por daños a seres queridos:
Esta cláusula nos arrastra en contra de nuestra voluntad, nos impide mantener la ecuanimidad cuando de nuestros seres queridos se trata. Esta indigna cláusula logra incluso más que otras porque nos hunde en el dolor y en la impotencia de presenciar el sufrimiento de nuestros seres queridos cuando son expuestos a situaciones relacionadas con "accidentes" que repercuten negativamente en su integridad física y mental. Ellos, además de lidiar con sus propios acuerdos contraídos, son arrastrados a situaciones negativas al convertirse en blanco de las venganzas que perpetran contra nosotros las entidades del karma que recurren a la extorsión cuando nos resistimos al "pago" del correspondiente tributo bajo la forma de dolor.
Acuerdos para la entrega de familiares en sacrificio:
Cláusula esta que predispone inconscientemente a hacer entrega de familiares en primer grado de consanguinidad a cambio de lisonjas, induciendo deseos de grandeza, de dominio y de poder. Para colmo cuando estas peticiones son evidentemente rechazadas entonces alegan que "son ellos o nosotros", así que, o entregamos nuestras almas de "pecadores" o entregamos el alma de nuestros seres más cercanos, quienes deberán sacrificarse por nosotros. Como último recurso, cuando no logran el debido consentimiento, apelan entonces internamente a sutilezas tales como "ellos deben ir a la luz, sus vibraciones ya no están cónsonas con las altas frecuencias de la nueva era y han convenido salir..." En fin, todo un sistema de manipulación diseñado para garantizar el predominio sobre la raza humana a través de derramamientos de sangre.
Acuerdos para la imposibilidad de entendimiento con la pareja:
Por causa de este
Acuerdo hemos sentido desde lo más cierto del alma, cómo la incomprensión, la
intolerancia y la indolencia han desvirtuado el sentimiento de amor que otrora profesáramos a nuestra pareja, siguiendo un patrón
dramático de violencia doméstica y culminando inexorablemente en separación y división de los afectos, de
los hijos, de los bienes, solo para
satisfacer las demandas de energía psíquica
para la subsistencia de
parásitos, entidades no humanas y de bajas frecuencias, alienadas con
los oscuros planos del astral a quienes hemos "autorizado" a inmiscuirse
en nuestra intimidad, en nuestra privacidad, en nuestra casa, en nuestra cama, en todo momento y
lugar en el que nos encontremos acompañados de la pareja con el fin de cosechar la energía resultante de las
relaciones, sobre todo, las sexuales. En esta cláusula permitimos la posesión del vehículo físico como un medio de llegar hasta la pareja y vivenciar por
adicción y otros fines, el elixir de un orgasmo producido por la unión sexual de dos seres que se aman.
Acuerdos para la pertenencia a sistemas religiosos:
Con esta cláusula entregamos el poder a organizaciones religiosas que nos dictan qué pensar y qué sentir con respecto a toda inquietud espiritual que legítimamente deseemos profesar. Canaliza a otros planos las energías de adoración y devoción hacia un determinado dios o entidad para que disponga de ella como mejor le plazca. En virtud de este acuerdo devenimos propiedad de un dios, sin saber que somos objetos más no sujetos de derecho porque el derecho aquí lo ostenta el dios a quien "pertenecemos" en virtud de la presente cláusula.
Acuerdos para la fecundación y extracción de embriones alienígenos:
De acuerdo con esta cláusula, "convenimos" a exponernos con nuestra pareja o sin ella a servir de conducto, receptáculo y portal orgánico para la fecundación de embriones de naturaleza alienígena, los cuales son extraídos una vez cumplido el ciclo de la correspondiente etapa fetal. Esta cláusula incluye el uso de nuestro cuerpo físico vía posesión violando de esta manera los más elementales derechos humanos toda vez que el vehículo físico es utilizado y desechado como simple recipiente e incubadora para la reproducción solapada de otras especies, esto sin poder oponer resistencia a semejante atropello con todas las fuerzas de nuestra sagrada voluntad por cuanto actúan en bastos niveles de la inconsciencia no percibidos por los sentidos físicos.
Acuerdos para abducciones:
En este acuerdo se anula por completo la capacidad de raciocinio, se invade la esfera personal, mental y energética. Se nos insertan dispositivos de control que diezman la capacidad de memoria, que dislocan el sentido de pertenencia, implantando miedos, fobias, alucinaciones. Con esta cláusula "autorizamos" la proliferación en el cuerpo energético de objetos extraños, cables, placas metálicas, cascos, escudos, esferas, figuras geométricas, chips, etc., que muchos estamos comenzando a somatizar en el cuerpo físico. Dicho acuerdo incluye además implantes directos al subconsciente que no son más que memorias pertenecientes a alienígenas experimentando con la inmortalidad en nosotros, sus conejillos de india. Estos alienígenas que juegan a ser dioses deben su" inmortalidad" al hecho de transferir a cada nuevo cuerpo que ocupan las memorias recolectadas a través de las eras e insertada en un sector de la mente de los seres humanos a manera de respaldo, como si de una simple copia de seguridad se tratara. Igualmente clonan los cuerpos humanos para obtener un vehículo que les permita entrar y salir a su antojo de nuestra realidad.
Acuerdos para servicios de hospedaje de almas:
Según esta cláusula "hemos consentido" por acción u omisión la invasión de entidades que desplazan el alma a un segundo plano, apoderándose en consecuencia de nuestros vehículos fisico, mental, emocional, etérico y energético, como un medio de lograr su evolución a merced de la pérdida de nuestra más noble esencia. Por este diabólico acuerdo hemos perdido el contacto con el alma eterna que infaliblemente guía nuestros pasos, y obligados a albergar seres regresivos de bajos instintos que no se corresponden con nuestra naturaleza por no estar a la altura de la grandeza del Espíritu.
Acuerdos para la canalización de entidades:
Estos acuerdos usufructúan nuestras facultades innatas al relegar a un segundo plano todo nuestro potencial en aras de entregar el poder a entidades que interactuan con este plano violando las leyes físicas que exigen la previa obtención de un vehículo adecuado para su expresión. Estas entidades, una vez cumplidos sus fines, dejan a su paso un cuerpo inerte y decrépito, un cascarón vacío, devastado y enfermo cuyas condiciones de inutilidad nos obligan a abandonar para empezar un nuevo ciclo de reencarnación por secula seculorum y con el acatamiento de nuevos "acuerdos" o continuación de los ya existentes.
En consecuencia, por virtud de la “misericordia” de estos acuerdos ya señalados, los que arbitrariamente se nos imponen para limpiar "nuestras faltas cometidas" en cada reencarnación, nos convertimos en víctimas y en victimarios, despojamos y somos despojados, sufrimos y hacemos sufrir, sacrificamos y somos sacrificados, subyugamos y somos subyugados; somos canalizados y somos huéspedes de entidades, todo esto concatenado con cada acción u omisión en las que incurrimos y respecto de las cuales no debemos tener conocimiento alguno porque así lo dispone la Ley del Karma o Ley de Causa y Efecto, aunque ésta última definición está intencionadamente desvirtuada a conveniencia de las entidades que administran a diestras y siniestras nuestras "deudas". Esto por cuanto la Ley de Causa y Efecto es una Ley Universal que nada tiene que ver con la falta y el castigo.
Cabe destacar que la breve descripción de estos Acuerdos y de sus Cláusulas está dirigida en su mayoría a erradicar la tiranía a la que estamos sometidos por las entidades del karma o Hermandad Blanca. En tal sentido, queda de nuestra parte continuar con el trabajo interno requerido para sanar el núcleo de nuestros propios pensamientos disfuncionales que nos afectan y afectan a nuestro entorno, más de lo que nos podemos imaginar. Con este fin es que hemos tratado de aglutinar una pequeña gama de situaciones "kármicas", en el entendido que corresponderá a cada uno de nosotros el discernimiento de nuestros propios "acuerdos" según las experiencias y las circunstancias vivenciadas en nuestro día a día.
No obstante, a medida que comencemos a trabajar internamente con estos "acuerdos" infrahumanos, nos iremos percatando de que incluso toda situación relacionada indirectamente con circunstancias regidas por éstos quedan automáticamente reivindicadas en su aspecto más positivo e inofensivo. Es decir, suponiendo que estamos trabajando internamente con el Acuerdo de Víctima para una situación determinada, una vez derogado el acuerdo, no solo nos liberamos de dicha situación sino que también de todas aquellas situaciones relacionadas directa o indirectamente con el circuito que las detonó, ya sea en nosotros o en los demás. Así es como mano con mano y hombro con hombro liberamos y somos liberados del yugo ejercido por el Tribunal Kármico o Hermandad Blanca. Así es cómo declaramos nuestra soberanía, ejercemos nuestra sagrada voluntad, proclamamos nuestra autonomía y reconquistamos nuestra dignidad, sin más armas en nuestras manos que la fuerza de la razón y del derecho inalienable a nuestra autodeterminación, para bien o para mal, lo que dependerá absolutamente de nosotros , de nadie y de nada más.
Manifiesto Derogatorio:
Yo, soberano, autónomo, dotado con la vida de la consciencia
que se manifiesta en mí. Yo, profundo misterio, sin nombre, sin edad, sin
principio, sin final. Yo, Ser atemporal, omnipresente,
sin espacios en el tiempo, sin tiempos en el espacio; sin fecha de nacimiento, sin huella de
identidad; aquí, allá y más allá. Yo, autosuficiente, en pleno uso de mis facultades
físicas, mentales y espirituales, de pie,
en toda la extensión de mi real estatura, con la divina autoridad que me ha sido conferida
desde el Origen, en pleno ejercicio de
mis atribuciones Erga Omnes, actuando libremente en mi propia representación y en representación de mis antepasados y del linaje ancestral que corre por mi ADN. Yo, incólume, pacífica pero firmemente, en alta, clara e inteligible voz declaro: NULO de toda NULIDAD todo “Compromiso”
“Acuerdo” o “Contrato” de naturaleza maligna que pese sobre mi y que haya ejercido, esté ejerciendo
o pretenda ejercer su nefasta influencia en mis actos y en mis
acciones, en todo cuanto legítimamente he emprendido para la consecución de mi verdadero potencial y de los
más altos ideales de mi Espíritu, sin más limitaciones que
aquellas que vulneren o pudieren vulnerar el derecho inalienable de mis semejantes a alcanzar igualmente el pleno
potencial de su Espíritu en libertad y dignidad.
Yo, apóstata, renegado, dueño absoluto de mi voluntad,
custodio de mi energía y de su
frecuencia, desconociendo como así desconozco en este acto la ilegítima autoridad
de un supuesto “Tribunal Kármico” o "Hermandad Blanca” y de las
entidades que lo integran, RESUELVO, ANULO Y REVOCO DE PLENO DERECHO mi compromiso de
cumplir con las estipulaciones infrahumanas que pretenden someterme en
condición de víctima en toda circunstancia orquestada en mi contra, induciéndome al acatamiento y
resignación de privaciones de índole
económica, a nacer y crecer en un entorno familiar difuncional, a generar sufrimiento por daños directos a mi
integridad y a mis seres queridos, a
hacer entrega de familiares para
sacrificios de sangre, a generar discordia en mi relación de pareja, a pertenecer a sectas o
instituciones religiosas, a prestarme
como conejillo de india para la experimentación con embriones de naturaleza alienígena, a ser
abducido, a entregar mi alma para albergar
a otras en calidad de huésped pasivo, y a prestarme “voluntariamente” como instrumento para la canalización de entidades foráneas y de dudosa procedencia.
Por consiguiente, proclamada la presente REVOCACION, así como
demandado el cese inmediato de las consecuencias de semejantes "Acuerdos", declaro NULAS de toda nulidad todas y cada una de sus partes, sus causas y
efectos bilaterales y unilaterales, en toda letra minúscula y mayúscula, en
sus originales cualesquiera que estos sean, en cada folio, copia, anexo, duplicado y subcontrato que se derive,
se haya derivado o pretenda
derivarse de cláusulas subrogatorias, cláusulas penales, cláusulas sucesivas y cláusulas de adherencia insertadas
subrepticiamente bajo engaño o extorsión,
con mi consentimiento o sin él. Cláusulas procedentes de obligaciones que me han sido impuestas unilateral y arbitrariamente desde diferentes realidades y espectro electromagnético de la existencia, así como desde la superficie del planeta tierra, en su centro, por debajo, por encima o a los lados, dentro y fuera de mi actual referencia espacio
temporal; en niveles de consciencia e inconsciencia, en todas las eras, en cada reino, en
toda línea de tiempo pasado, presente y futuro; en cada octava alterna, probable,
opcional, creada o increada, manifestada o potencial; en el multiverso, en todo universo paralelo,
simultáneo, manifestado o por manifestarse; en cada dimensión, densidad, presente contínuo; en
todo plano, subplano de realidad físico,
astral, etérico o espiritual; en cada ciclo de manifestación de la materia y antimateria, en todo nanosegundo, agujero negro, agujero de gusano; en el espacio sideral, en cada cosmos y calendario cósmico, calendario egipcio, calendario maya, calendario juliano, calendario gregoriano y calendario lunar; en toda galaxia,
constelación, sistema estelar, sistema solar, sistema planetario; en
mundos subterráneos, mundos superiores
e inferiores; en cada espacio matricial, así como en la luna, en todo satélite natural o artificial y estación espacial; en cada período de solsticios y equinoccios del sol, en toda estrella binaria o unitaria; en cada sol central y en
toda nave o vehículo estelar, terrestre o extraterrestre.
En virtud de la presente Resolución, Anulación y Revocación, exijo
el inmediato restablecimiento de las
condiciones óptimas de plenitud
en las que me encontraba antes de
la intervención de que fuera objeto por las entidades pertenecientes y no pertenecientes al Tribunal Kármico o Hermandad Blanca, para
el usufructo no autorizado de la energía
vital que me pertenece por derecho de
conciencia, así como también exijo la justa
idemnización por los daños y
perjuicios ocasionados, restituyéndome
inmediatamente y sin ninguna condición todo el caudal energético que me fuera sustraído en
la aplicación de estas obligaciones, llámense "Acuerdos", “Compromisos” o “Contratos”, irrevocablemente derogados
en todas y cada una de sus partes y en los términos expuestos aquí y ahora. Cúmplase!
Yo, Soberano.